Temporada de verano, la playa abarrotada, gente tumbada, gente en el agua, paseando arriba y abajo en la línea de marea, nadie mira.
Nadie ve las colillas acumuladas en la zona donde las olas acarician la arena, nadie ve los trozos de envases que se amontonan en los bordes de la playa, junto a las rocas. Nadie recoge el tarro de crema abandonado, los trocitos de plástico mezclados con las algas en marea baja, nadie coge la bolsa de plástico que vuela desde el paseo.
Parece que cuando vamos a disfrutar del mar nos volvemos ciegos, nos debe deslumbrar el sol sobre las olas, debe ser que miramos al horizonte y todo lo demás pasa desapercibido.
Pero este verano algunos nos hemos dedicado a mirar, paseando con el móvil en la mano y la App MARNOBA abierta, nos hemos olvidado de las olas y la ardiente arena para enfocar la atención en la cantidad de objetos que están en nuestras playas, y nos hemos sorprendido de lo ciegos que hemos estado, y es que, cuando empiezas a mirar te salta la alarma ¿Cómo es posible que nunca me hubiese fijado? Decenas de residuos en solo unos pocos metros de playa.
A pesar de los servicios de limpieza, que estos meses no paran, siguen apareciendo multitud de residuos que acabaran en los fondos marinos o en el estómago de los peces. La solución no es aumentar los servicios de limpieza, la solución pasa por que cada uno de nosotros empecemos a mirar y ser conscientes del problema. Ser conscientes de que las llamadas “basuras marinas” las generamos nosotros en nuestra actividad diaria.
Bastaría con llevarnos a casa todo aquello que llevamos a la playa (tarro de crema, bote de refresco, colilla, etc.), vacío pesa menos, es fácil. Aumentar la frecuencia de recogida de las papeleras de los paseos y dotarlas de tapas, fijar los contenedores de la playa para que la brisa no los tire y sobre todo mirar, mirar nuestro entorno con otros ojos, un poco más críticos y también más activos. Si cada ocupante de la playa recogiese solo un objeto de los que aparecen a su alrededor, el avance ya sería importante, libraríamos a nuestros océanos de una gran carga.
Solo espero que con estas líneas os animéis a dar ese primer paso, MIRAR.
Estibaliz López-Samaniego, PhD
Coordinador Proyecto MARNOBA
Asociación Vertidos Cero, con el apoyo de Fundación Biodiversidad del MAGRAMA y KAI Marine Services
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